domingo, 19 de enero de 2014

Mi esposa.

Que hermosa se ve a través del su velo-Pienso, ella me sonríe esperándome, con cada paso que doy me pongo mas nervioso, siento como mis zapatos rozan contra la alfombra roja bajo mis pies y como mi frente se torna húmeda, cojo mucho aire y lo retengo al llegar a su lado, el pastor empieza esas palabras que he escuchado mil veces pero que hoy toman un sentido muy diferente, ella dice sus votos con un sonrisa, yo digo los míos y por fin el pastor hace la gran pregunta..., Lucas Xavier García Fienco..., ¿Aceptas a Ana Lucía Romero Aguilar como tu futura esposa para amarla y respetarla en riqueza y en la pobreza, en la salud y la enfermedad, hasta que la muerte los separe? Entonces contesto que sí, pero en realidad eso no me importa..., lo que me importa es su respuesta. Entonces ella contesta que sí, y me parece imposible de creer, levanto su velo y la beso. Me encanta la idea de saber que es mía..., de que de ahora en adelante seremos uno y que puedo llamarla mi esposa.

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