No importa.

Y sí estamos juntos no importa nada más, no importa el clima, tampoco la gente, tampoco quehaceres, tampoco pormenores, ni deberes, ni la circunstancia en la que estemos. Porque lo único que importa es estar junto a ti.

Y no importaba.

Se había dejado llevar por su sonrisa y por su mirada y el resto no importaba. No importaba que se haya mudado a otra ciudad, no importaban los kilómetros que los separaban, sólo importaban ellos, y lo que sentían el uno por el otro. No importaban los rumores o los comentarios u opiniones. Para ellos sólo existían ellos, y ninguno quería cambiar eso que tenían.

¿Eso es un sí?

Parecía todo sacado de un libro que me habría encantado leer para saber cómo reaccionar. Él estaba delante de mí arrodillado con flores, y me pedía que fuera su novia, sus palabras fueron sencillamente hermosas. "¿Quieres ser mi novia? Te pido esto porque planeo darte lo mejor de mí y porque eres lo mejor que me ha pasado y no te pienso dejar ir." Solo consigo sonreír. ¿Eso es un sí?-Me dice sonriendo, me acerco y lo beso, para mí ese fue el mejor sí que pude decir porque sé que nunca he sido buena hablando y parece que el lo entendió muy bien. Me entrega las flores y me abraza, hay personas viéndonos, así que aplauden. Planeo guardar esta imagen en mi mente, y guardar la sensación de sus brazos rodeándome la cintura en mi corazón.

En toda regla.

La fui a dejar a su casa como cada día, estaba realmente nervioso, pero aún así seguimos siendo lo que éramos..., los mejores amigos, me alegra haberla escogido a ella, porque sabe entenderme y con ella siempre la paso bien. Cuando la dejé en su puerta no pude evitar besarla, tenía que hacerlo. Que bueno que lo hice. Mañana pienso preguntarle si quiere ser mi novia, oficialmente. Para así poder decir que es mía en toda regla.

Todo había tomado un sentido diferente.

Él me tomó de la mano y yo solo lo seguí, después de un rato me abrazó muy fuerte, así que le devolví el abrazo como mejor me lo permitieran mis brazos. El colegio terminó y me llevó a casa, aunque estábamos nerviosos, éramos los mismos de siempre..., los mejores amigos, disfrutábamos mutuamente de nuestra compañía, nos reímos de cualquier cosa como siempre. Me dejó en la puerta de mi casa y sin pensarlo me besó, fue rápido solo me dio tiempo para sonreír, se despidió y se fue. Entré a mi casa y no dejé de sonreír en toda la tarde, todo había tomado un sentido diferente, como si ese beso hubiera reorganizado mi vida, como si le hubiera dado sentido.

¡Le gusto!

¡Le gusto! ¡Dios! ¡Le gusto! No puedo dejar de sonreír. Ahora mismo estoy frente a ella y me mira con esos ojos verdes aceitunados con su cara nerviosa. Que linda imagen verla así, y lo mejor es por mí. La tomo de la mano y ella me sigue, sin preguntar por qué sus pies solo se mueven al ritmo de los míos. Me detengo y la abrazo lo más fuerte que puedo y ella también me devuelve el abrazo con la misma fuerza. Y quiero quedarme así, para siempre abrazada a ella. Teniéndola entre mis brazos, porque así todo es perfecto.

¡Espera! ¡Lucas!

¡Espera! ¡Lucas! Claro como si fuera a regresar solo porque se lo pido. Él acelera su paso y mis piernas me exigen que corra hacia a él, pero cuando lo tenga en frente ¿Qué le voy a decir? ¿Me tengo que disculpar? ¿Qué debo decirle?, me exijo a quedarme donde estoy hasta aclarar mis ideas pero ya estoy yendo hacia él. Lucas...-Me escucho decir. Él voltea y no hay duda de que me gusta porque cuando lo tengo en frente de mí sonrío, él también lo hace pero con aire de tristeza. Lucas, lo siento-Le digo, sin pensarlo buscando un gesto de aprobación o algo, que me diga que a pesar de mi tonto comportamiento seguimos siendo lo que antes éramos, o tal vez algo más. ¿Lo siento? No, no te preocupes..., sé que no quieres nada conmigo, lo has dejado bien claro. Lamento haber creído que sí-Me dice, y quedo paralizada, no esperaba esa respuesta, sencillamente esperaba cualquier otra. Él me da la espalda dispuesto a irse pero lo detengo. Espera..., Lucas..., yo...-Pero no sé que más decirle, ni qué inventar para que se quede. Dime..., Lía. -Me dijo con un tono decepcionado el mismo que usa cuando me ve hacer algo que no le gusta. Tú, me gustas...-Le digo, y lo hago con lentitud para que pueda entender lo que le acabo de decir..., y para yo misma creérmelo. Sus ojos se abren como platos y está claro que no esperaba esa respuesta.

Solo fui a buscarla en la cafetería...

Solo fui a buscarla en la cafetería..., solo quería hablarle, porque no la había visto en todo el día. Mala idea. No debí haber ido, esperé verla con su trenza hacia un lado como cada día, pero a pesar de que cuando la vi la tenía, sus palabras hacían que ella se vuelva irreconocible. Sé que no le gusto, sé que no está interesada en mí, pero..., ¿Gritarlo así? Sin ninguna importancia, sin un ligero remordimiento, sin retratarse de ninguna frase dicha.

¡Pero que ridículo!

Alguien por favor dígame qué rayos pasa conmigo..., ¿Por qué lo pienso tanto?, sin darme cuenta ya estoy imaginándonos de la mano. Camino por los pasillos del instituto evitando a toda costa a ese chico que ahora me pone nerviosa, es fácil porque conozco sus clases. Mientras camino hacia a la cafetería me encuentro con una amiga, ella ni siquiera me saluda, solo suelta lo que tiene que decir. "Oye, ¿Te gusta Lucas verdad?", siento como mis ojos se abren de manera sorpresiva al escuchar tal pregunta. ¿Qué? ¡Claro que no! ¿Cómo crees? ¿De donde sacas eso? ¡Pero que ridículo! ¡Jamás haría algo como eso! ¿Enamorarme de Lucas yo?-Le suelto, pero ya es tarde estoy gritando y sabe que estoy nerviosa, pongo un mechón de mi cabello y trato de actuar normal, para mi suerte ese no es mi fuerte. ¿Eso es todo?- Pregunto, sorprendentemente sin flaquear la voz. "No, nada."-Dice entre risas y mira con una sonrisa a alguien tras de mi. Volteo a la defensiva preparada para otra pregunta a cerca de Lucas. Volteo tan pronto como mis piernas me lo permiten y frente a mi me encuentro a Lucas con cara de decepción y lentamente me da la espalda, sigue caminando y siento como algo dentro de mí se rompe.

Ella causa algo mí

Ya no cabe duda..., lo admito..., me trae de cabeza..., lo sé, ya es definitivo. Me di cuenta cuando fui con mi madre a buscar ropa para ella, cada cosa..., por mi mente pasaba: "Esto le quedaría bien...", "Si estuviera aquí diría que eso es horrible.", también lo confirmé porque cuando está las manos me sudan y me pongo nervioso, a veces ni siquiera puedo disimular..., ella causa algo mí, que no sé qué es. Por eso sé que la quiero..., que quiero estar con ella y que la quiero solo para mí.

Quedarme con la duda

¡Esto no da resultado! ¿Por qué se aleja? ¡¿Ah?¡ Debo hablar con él..., debo decirle, tal vez él sepa la respuesta a todo esto. Siempre tiene respuesta para todo, ¿Por qué no tendría para esta?. Pero..., ¡Por Dios! ¿En qué tonterías estoy pensando? ¿Cómo le diría? "Oye..., no sé si me gustas, ¿Me ayudarías a averiguarlo?", es una estupidez, ¡No lo haré! Prefiero mil veces quedarme con la duda.

Tal vez...

¿Por qué se aleja tanto? ¡Solo provoca que yo tenga más interés! ¡Está jugando conmigo! ¿No es así? Sino ¿Qué otra razón habría?. Tal vez debería tomar esto a mi favor..., si se aleja..., puedo saber si la extraño o no. Eso haría las cosas más fáciles.

Tal vez...

Pasan los días y él solo hace esto más difícil, siempre está, le he dicho que quiero estar sola pero se acerca a mí y se me olvida. Tal vez..., debo usar esto a mi favor..., tal vez con esto puedo saber si me gusta o no.

Porque en cualquier caso ella no se fijará en mí.

Trato de organizar mis ideas nuevamente, ella no me puede gustar, pero..., ¿Y si ella a notado que estoy raro con ella? He tratado de alejarme, pero así solo se dará cuenta de que algo ocurre..., mejor trataré de estar cerca de ella, y así podré comprobar si siento algo por ella, quiero y necesito saberlo. Si es que ella siente algo por mí..., de eso no me preocupo. Porque en cualquier caso ella no se fijará en mí.

De igual manera él no se fijaría nunca en mí.

Desde hoy planeo no verlo demasiado, no como antes, porque esto que siento no es normal, y no estoy para sentir nada por nadie, por favor estoy demasiado ocupada como para darme tiempo para estas cosas, debo controlarme, sé que esto es mental, debo obligarme a olvidar ese estúpido pensamiento, de igual manera él no se fijaría nunca en mí.

No, no me gusta.

No..., es imposible, ella no me gusta..., la conozco desde que tengo memoria es totalmente imposible que me guste, entones..., ¿Por qué me pongo nervoso cada vez que la veo? ¿Qué me pasa? ¡Yo no soy así! Ella..., no puede gustarme, solo somos amigos, de esos que nunca llegan a ser nada. No, no me gusta.

No puede ser...

Lo conozco desde que era una niña-Me digo. Es imposible, solo somos buenos amigos, y si es así ¿Por qué lo pienso tanto? ¡Ay! ¿Qué me pasa? Esto no puede ser..., no me gusta, ¡Definitivamente no!, ¿Y si sí me gusta? ¿Y si sí siento algo por él? No..., no puede ser...

Cualquier momento es valioso.

Me mira con esos ojos verdes aceituna, y sonríe. Sonrío. Me toma de la mano y caminamos. Su cabello café claro se mueve con el viento. Me cuenta sobre su día. Luego, es mi turno. Le cuento todo, ¿Cuan simple es conversar no? ¿Qué perdida de tiempo no? Pero amor si es contigo, cualquier momento es valioso.

No solo te recordara, sino también te viviera.

En esas tardes frías cuando no estás, todo me recuerda a ti. Mientras camino por el parque, las hojas de los arboles caen..., rojas y naranjas, aunque no estás, parece que tu esencia sí, porque pareces estar en todos lados, las hojas que caen parecen tu cabello cuando vuela en el viento y el viento que roza por mis mejillas parecen tus caricias. Miro todo a mi alrededor procurando no dejar de ver ninguna cosa que me recuerde a ti, me guardo las manos en mi chaqueta, y sigo caminando. Diviso a una pequeña niña jugando no muy lejos, y estoy casi seguro de que su blusa es del mismo color de tus ojos. Si estuvieras aquí..., todo seria diferente. No solo te recordara, sino también te viviera.

Nuestro amor.

Nuestro amor se fue haciendo más fuerte, y con el pasar del tiempo nos llenó por completo, al punto de no poder dejar de amarnos, al punto de no dejar de querernos, y me gusta que sea así, tan especial, tan profundo, tan verdadero. Llenándonos cada día de alegría, haciendo que la vida sea mejor, dándole ese sentido que estábamos buscando. Haciendo que la espera valga la pena.

No basta.

No basta con verte todos los dias, no basta con besarte cada que pueda, no basta tomarte a cada momento la mano, no basta regalarte momentos, no basta decirte que te amo todos los días. Porque nada me basta cuando se trata de ti, siempre estoy dispuesta a darte más, porque te lo mereces

Pero es simple, eso jamás pasará

Besarnos hasta hartarnos, abrazarnos hasta no soportarnos, tomarnos de la mano hasta no tolerarnos, amarnos hasta odiarnos. Pero es simple, eso jamás pasará.

Vino al mundo a alegrarme la vida.

Había tenido un día terriblemente agotador, parece que todos en la oficina se pusieron de acuerdo para hacer de este día, el peor. De regreso a casa encuentro a mi novio dentro esperándome, un ramo de rosas rojas lo acompañaba, mis favoritas. Sonrío, pido disculpas, voy a mi cuarto y me cambio. Ya lista para salir -Pero aún molesta por mi día repentinamente malo- recojo mi bolso y salimos, me lleva a cenar a un restaurante precioso. Comimos, charlamos, reímos, en especial reímos. Y eso es lo que me hace quererlo, y no solo eso sino también admirarlo, porque no importa cuan molesta o decepcionada esté, él siempre está ahí para alegrarme el día. Vino al mundo a alegrarme la vida.

...

Eres esa luz que me ilumina cada día, eres esa persona que llegó mientras yo moría. Contigo encuentro la calma, haces que sienta libre mi alma. No importan los problemas que puedan haber sé que siempre te voy a tener, para que me des energía y me quites la melancolía. Haces que mi vida sea menos complicada y cada día como un cuento de hadas.

Me quita el aliento.

La vi entonces al final de la calle, parece película como su cabello rubio flota en el viento, lleva un vestido rosa y carmín en los labios, esta guapísima. Arregla su flequillo y sonríe, ni siquiera me muevo, y ella tampoco lo hace, es hermoso verla así, nerviosa. Después de intercambiar varias miradas, me dirijo hacia ella, doy pasos lentos pero largos, y a medida que me acerco solo consigo ponerme nervioso, respiro una y otra vez buscando llenarme los pulmones de aire pero es completamente inútil, esta chica me quita el aliento.