miércoles, 2 de octubre de 2013

Sin pensarlo.

Y sin pensarlo ya le hablaba a mis amigas de ti..., de tus ojos color cielo, de tu forma tan ridícula de vestir, de tu cabello alborotado café como tus cejas, de tu forma de caminar, de tu imprudencia, de tu decencia e inocencia, de tu boca carnosa y tus pestañas pequeñas y risadas.

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